Permítaseme esta poco agraciada rima que evita que titule con mucha más crudeza la esperpéntica situación que vive el RCD Mallorca desde hace unos años y que, estando en vías de solución alguna de sus penas, las cabezas visibles se encargan de corregir y aumentar.
Mucho se ha escrito ya sobre el último affaire entre Serra Ferrer y Michael Laudrup pero no por ello quiero dejar de expresar mi opinión tal como me han solicitado miles de lectores (bueno, ha sido sólo uno pero me ha hecho mucha ilu).
Para situarnos podríamos remontarnos a hace un par de años, por no hacerlo demasiado largo, cuando los vaivenes de la propiedad del equipo balear fueron el hazmerreir de la España futbolera pero para no predisponer al lector y no sumirle en una profunda depresión, nos ceñiremos en esta ocasión a la relaciones entre el máximo accionista y vicepresidente Lorenzo Serra Ferrer y el míster del primer equipo palmesano, el danés Michael Laudrup.
Antes de entrar en materia sería injusto no dejar constancia de un hecho indiscutible y decisivo que no es otro que el pobler Serra Ferrer fue el único (junto a otros pequeños inversores) que cogió al equipo “por los cuernos” cuando el Club estaba en la más absoluta de las quiebras y al borde de la desaparición: ni grandes empresarios, ni instituciones, ni jeques, ni organismos oficiales, ni magnates, ni por suscripción popular, ni una sola buena propuesta mínimamente seria hasta que llegó el bueno de don Lorenzo.
Justo es reconocer también que la permanente vigilancia de los administradores judiciales no hace fácil ninguna operación y que Serra Ferrer y sus colaboradores han sabido moverse muy bien en el mercado de los jugadores sin coste o de mínima inversión, que junto a los jugadores provenientes del 2º equipo, han hecho posible la continuidad de la Entidad.
Ahora bien, dicho esto, el cierre del mercado de invierno de la temporada anterior supuso, por lo menos públicamente, un punto de inflexión; el equipo sólo disponía de un delantero de garantías además de Fernando El Torito Cavenaghi quien, según parecía, no era del agrado del danés; se acercaba el cierre del citado mercado y se facilitaba la salida del argentino y al filo de la medianoche del 31 de enero, posiblemente por estirar demasiado de la cuerda de la negociación y su consiguiente pago, el Lillestrom noruego se echó atrás en la venta del nigeriano Anthony Ujah, llamado a ser el referente del ataque mallorquín.
Se quejó entonces amargamente Michael Laudrup y perpleja quedó la afición al ver cómo por una aparente falta de cintura y de agilidad o por no saber dónde está el límite en una negociación, se escapaba el refuerzo para la diezmada delantera de los de Son Moix..
Antes de que llegara, a final de temporada, la paupérrima actuación del equipo y la aparentemente nula capacidad de respuesta del entrenador, se produjo otro significativo detalle del que ya dimos oportuna cuenta en esta página: en la prensa local empezó a circular el rumor de la falta de confianza de Serra Ferrer en Michael Laudrup, hecho que nunca fue desmentido por el mandatario y que no pasó inadvertido para alguno de nosotros porque si realmente has perdido la confianza en alguien tienes dos opciones: o cesarlo o negarlo circunstancialmente para reforzar la imagen del ofendido y esperar al momento oportuno para realizar las operaciones que se estimen oportunas; como digo, eso no se produjo y la sensación, por no decir seguridad, de que definitivamente algo no marchaba bien, era cada vez más patente, presumiéndose una salida más pronto que tarde del técnico danés.
Pero hete aquí que comienza una nueva temporada y el titular del banquillo continúa siendo, para bien o para mal, Michael Laudrup. No entraremos a valorar si es el entrenador ideal para el conjunto palmesano, ni si su labor ha sido mejor o peor porque lo que aquí cuenta es que sigue en su puesto, supuestamente con la confianza de los máximos mandatarios de la Entidad, porque si no, ¿qué pinta aquí?.
Y ahora ha llegado la gota que ha colmado el vaso; cierre del mercado de verano, 31 de agosto, realmente sólo 2 auténticos arietes tras la marcha de Pierre Webó: Víctor y el recién llegado Tomer Hemed, hacían totalmente necesaria la incorporación de un goleador, faceta en la que el equipo mostraba cada vez más debilidad; para colmo, el considerado como cerebro del conjunto balear, Jonathan de Guzman, finalmente dejaba la disciplina bermellona para recalar en el Villarreal.
Pues resulta que la solución del perspicaz de Serra Ferrer es la de contratar a un centrocampista ítalo-argentino, Fernando Tissone, que Laudrup dice no conocer y cuyas características parecen no asemejarse a las del recién salido De Guzman. Para fortalecer la gran carencia balear, la del ariete, se contrata a otro desconocido del míster, Marvin Ogunjimi y, además, se hace presuntamente fuera de plazo, aunque se aduce el mal funcionamiento del fax de las oficinas del Iberostar Estadio. Llueve sobre mojado, se repite la historia, la torpeza insular se muestra en su total plenitud en la figura de Serra Ferrer o en la del responsable de tal desaguisado.
Ante tal panorama Laudrup explota y quizás no en el foro ni momento adecuado, arremete contra los causantes de tal patosa capacidad gestora y no le falta razón al míster, que aunque esté por demostrar su valía, tiene que estar más ocupado de las que le lían en los despachos que en lo que realmente él necesita.
¿Debe dimitir Laudrup?, no parece que sea el caso ya que se halla comprometido con sus compañeros y jugadores; ¿debe ser cesado? cuesta dinero y eso choca frontalmente con la mentalidad y realidad mallorquina.
A pocas horas de conocerse el veredicto de la UEFA sobre el transfer del belga descendiente de nigerianos y aumentando los rumores de un inmediato cambio de entrenador, nuestra opinión es que la gestión de este tipo de contrataciones se está haciendo con los pies por muchos motivos entre los que destacan dos:
• No existe consenso con el entrenador, incomprensible error de bulto que no hay por dónde coger.
• Se apuran al máximo los plazos, con el consiguiente peligro por jugar con fuego, como ya ha ocurrido en las dos últimas ocasiones.
Tiene fama el pobler de dictador, faceta que debería reeducar, y dicen los que bien le conocen que no es hombre de excesivas luces; gracias don Lorenzo, por rescatar al Club pero delegue en terceros su nefasta gestión de los asuntos que hoy nos ocupan (en otros ha demostrado su valía).
La rabiosa actualidad deportiva:
Lastimosa oportunidad perdida ayer por el Mallorqueta B en Na Capellera frente al CD Manacor, jugando con uno más, nos dejamos empatar en el minuto 90, por culpa de un disparo desde unos 35 metros que se tragó el portero bermellón, representado por Jaume Serra, hijo del vice-presi. Por cierto, que empanada mental hasta que me di cuenta que nuestros muchachitos vestían camisetas azules prestadas por el equipo anfitrión; motivo… pues no lo sé, ¡vaya caca de periodisto!.
Llama la atención:
- Que el Huelva, donde juegan cedidos nuestros Ximo y Sergi Enrich, lleve cero puntos.
El rincón político:
Esperpéntico espectáculo el de los grupúsculos políticos oponiéndose al pacto PP-PSOE para controlar el déficit; sin entrar en si lo han hecho mejor o peor, hay que ver como sacan la patita enrabietada los que mayoritariamente sólo buscan aprovecharse de la situación y tienen pánico a que se limite su capacidad de robo.
Fantástica la parábola de la motosierra de Pepiño, ellos han talado el empleo, ellos han segado el crecimiento económico, ellos han dilapidado, malgastado, abusado, subvencionado, no justificado, etc., etc. y ahora viene el de Palas de Rey con el cuento de que viene el lobo… Sr. Blanco: ¡váyase a defecar!, Vds. sí que ofenden a la inteligencia del ciudadano y nos insultan con sus cuentos chinos, mentecato, que es Vd. un mentecato (de escaso juicio o entendimiento).
¡Mecachis!, ahora resulta que no había pruebas en el caso Gürtel y el juez ha decretado el sobreseimiento provisional de la causa.
Feliz semana y aporellosoee, ya sean los del Betis, los colorados o el que se ponga por delante.
Enrique
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