Liga: R. MADRID – MALLORQUETA (5-2): ¡¡¡BRAVO MUCHACHOS!!!

Fue bonito mientras duró, dimos una buena imagen, durante la primera parte los tuvimos contra las cuerdas y necesitaron, ¡cómo no! alguna ayudita del referee.

Brillante primera mitad que acabó con victoria de los nuestros y minutos de la basura tras la reanudación cuando nos ficaron tres en un santiamén… ¡vaya forma de volver a la cruda realidad!... a pesar de ello necesitaron de un empujoncito arbitral (Mateu Lahozyelmartillo) al permitir una falta previa a “Jaton” en el tercer gol y no señalar un penalti por leve agarrón sobre ahora no me acuerdo quien.

Gracias a la sabiduría que me caracteriza, modestia aparte, no me emocioné demasiado con nuestros goles, primero de un sorprendente NSue y segundo de un renacido Alfaro, sabedor de que eso no iba a terminar bien y eso que nuestros chicos lo intentaron hasta el final, pudiendo haber recortado distancias y haberle metido el canguelo en el cuerpo.

Mucho mejor que el resultado fueron los mejillones rabiosos en el Tigre y la cena-picoteo en O’Celme (puntillas, bravas y flan especialmente), para terminar con unos gin-tonics gallegos en Vaová, destacando el de Platú con Nordic, canela (que conviene retirar para que no predomine) y corteza de limón. Si nos remontamos unas horas, ¿qué decir de la empanada de maíz y las omelettes de La Casa de las Tortillas en Cacheiras?; en fin, lo de siempre… pasando un hambre y sed de justicia.

No pensaba hacer las secciones habituales pero hay un Llama la atención que no se puede obviar ni pasar por alto, que es lo mismo: la raya del peinado de Cristiano, casi casi a la altura de la patilla; es lo que tiene ser un hortera… tampoco puedo olvidarme de la multitud de WhatsApps recibidos durante los minutos, que no fueron pocos, que fuimos por delante del marcador.

Creo que la poca monta del rival hace que este encuentro no merezca más comentario así que a digerir lo acontecido y lo comido, a aprovechar este parón para afianzar nuestro despegue y a pensar en el Dépor que vendrá a visitarnos dentro de dos semanas, consciente de que saldrá derrotado… aporellosoee que sí se puede.

Hasta pronto,

Enrique