Ramplón, previsible, carente de punch. Endeble, sin norte, burdo. Cobarde, sin autoridad,
necesitado. Con suerte, con calidad sin explotar, pidiendo ayuda a gritos. Este
es nuestro Mallorca de hoy.
Gracias a la televisión
canaria pudimos visionar a saltitos la visita a las islas africanas de
nuestro reino; por cierto, ¡qué peñazo de anuncios canariones!.
Y la conclusión es la misma de
hace dos semanas: no nos dejemos engañar, un buen resultado no enmienda la
plana, nuestro equipo no “chufla”. Después de los diez primeros minutos de
rigor, con un dominio inoperante, más fruto de la aureola de gallitos que
todavía ¿? nos rodea que de nuestro
juego, pasamos a un episodio kafkiano, por aquello de absurdo y angustioso, en
el que no dábamos pie con bola, nunca mejor dicho, y que sólo gracias a la
conjunción planetaría, otrora reservada a don José Luis, finalizó con victoria
y tres preciosos y preciados puntos.
La defensa sigue generando
tremendas dudas; Nunes continúa siendo el encargado de sacar el balón y no sabe;
con tres delanteros de supuesta categoría y un creador como Íñigo, somos
incapaces de crear el más mínimo peligro.
Triste imagen sin aparente patrón
de juego, sin mordiente, sin profundidad, sin garra. Y cuando más nos inundaba
la tristeza, el desengaño y la desesperación, cuando estábamos a punto de
entonar ese pedazo cántico de nuestros supporters
que dice así: échale hue… Mallorca échale hue…, éééchale hue..., Mallorca échale
hue… se obró el milagro y con la exquisita colaboración del cancerbero sureño,
goooooooool del Mallorqueta de nuestros amores, goooooooool de Gerard
Morenoooooo.
Por aquello de tratar de
amarrar el resultado y de quitar de en medio a uno que no hacía res de res,
entró Pep Lluis Martí por el inefable Alfaro. Poco después los hados se
volvieron a poner de acuerdo para ayudarnos y Rubén Miño realizó un paradón en
lo que parece su especialidad, los uno contra uno.
A este tremebundo susto le
seguiría el segundo palo chicharrero, precedido de un bochornoso
error de Pedrito Bigas y seguido de un enorme suspense al pasearse el esférico
por encima de la línea de gol bermellona.
No todo iban a ser disgustos
en nuestra área, también lo sufrimos cuando Gerard perdió una ocasión de oro, a
lo que le siguió lo que en otros casos es determinante, la expulsión de un contrario
(Moyano por doble amarilla) pero que en nuestro caso nos suele servir más que
para demostrar que es igual contra el número de adversarios al que nos enfrentemos
porque el ridículo está asegurado.
Entraría el estilete nipón Akihiro Ienaga y más tarde Agus para reforzar la
flanera defensa, entremedias sufrimos unos serios problemas de conexión y no nos
enteramos bien del lío de la/s tarjeta/s a nuestro “oscurovidente” Thomas.
Y finaaaaaaaaal,
finaaaaaaaaal en el Heliodoro Rodríguez López, tres inmerecidos (aunque ellos son también muy, muy malos) puntos pero que
ya no nos quita nadie; nada ha cambiado, el equipo sigue sin funcionar, la
defensa da pena, no hay cerebro alguno, podemos considerarnos con suerte, hemos
vuelto a ganar sí, pero de nuevo por la mínima, sin jugar bien. Puede que así
sea la Segunda hoy en día, una locura, vaivenes y sinsentidos constantes pero
no podemos conformarnos con esto ni con esta imagen.
Llama la atención:
La desaparición de la faz
del césped de Íñigo Pérez.
Que Thomas fuese el tuerto
en el reino de los ciegos, pero no más, sólo el tuerto.
Que comience a ser un
clásico que antes de que se mueva el marcador, el enemigo estrelle un balón en
la madera, lo que en esta ocasión refrendaron los tinerfeños en otra ocasión,
además de que se les anuló un gol por fuera de juego… que lo era.
Que Miguel Garcia esté
empeñado en darle el cuero al contrario cuando saca de banda.
El rincón político:
Brillante reacción en Barcelona
y esperanzador ver como, aparentemente, se va desinflando lo del antiTIL. Por
cierto, ¿qué fue de un tal Bárcenas?.
Concluiré recordando nuestra
conocida faceta de resucitacadáveres, lo digo porque el domingo a las 18:15 nos
enfrentamos al colista, el Real Madrid, B, eso sí; se verá por la Sexta pero no
se lo digáis a nadie no vaya a ser que algún vagoneta se quede en casa en lugar
de ir a Son Moix. Aporellosoee que
son pocos y cobardes,
Henry
¿Camino a la BBVA?, ja vorem, ja vorem!!!!!. Ojalá sea verdaaaad!
ResponderEliminarMon Germain dice:
ResponderEliminarNo voy a repetir lo que bien has explicado tú (más que nada para no oir, la próxima vez, eso de; "si repites lo que yo he escrito", jejejejeje ;-)), pero al Mallorca le queda "un mundo" por mejorar.
En todos los aspectos, y en todas las lineas.
Futbol que no enamora y que si con el cual conseguimos tres puntos es, única y exclusivamente por dos razones:
1º.- Que el contrincante es peor.
2º.- Que tenemos el factor SUERTE de cara.
Pero estas son razones que no nos auparán a primera.
Queda mucha liga.
Y muchísimo trabajo si queremos ascender.
SalU2.
Poco a poco; el camino se hace al andar. Aunque queda MUY MUCHO que mejorar a este Mallorca."
ResponderEliminar