Otra infumable primera mitad se compensa con una
mayor eficacia en la reanudación, ante un equipo que tocó mejor el balón pero
al que le faltó un poco de suerte.
Expectación por
todo lo alto para ver l’amo y a todo
su séquito en el palco y saber cuál era la opinión del respetable.
En esta ocasión, el
Sr. Claassen no sólo se hizo acompañar de su inseparable bodyguard Búfalo Bill sino que invitó a media Mallorca y parte de Xina al palco, estando el mismo hasta
los topes, logrando de tal manera un mejor resguardo frente al frío y frente a
los posibles improperios del ya mencionado respetabilísimo.
La otra novedad se
encontraba en el banquillo, donde posaba sus nalgas nuestro último fichaje, el
ventrílocuo Joselu, llamado a romper las defensas enemigas.
Sin novedad en el
once inicial, que empezamos a conocer de carretilla y sin novedad en el
desarrollo de la primera mitad: un auténtico esperpento, soporífera, falta de
intensidad, de verticalidad, de profundidad, carente de cualquier atisbo de
útil manejo del balón y ese largo etcétera de consabidos adjetivos que
describen a la perfección el bochornoso espectáculo al que nos tienen
acostumbrados.
Es cierto que
durante algunos lances llevamos la batuta, sin ton ni son, dicho sea de paso;
no lo es menos que nos anularon un gol, que aunque muy difícil de ver, no
parecía en fora de joc, es decir, a
todas luces legal, ni tampoco debemos olvidar que el enemigo Urko Vera mandó el
esférico contra nuestro larguero; pero dicho esto, el empate parecía lo más
razonable.
La segunda mitad
fue otra cosa mariposa: ¿jugamos mejor porque jugamos mejor o porque
conseguimos el gol en el minuto 57 y eso nos alivió?; desde luego que el equipo
salió con otro brío y el premio llegó a modo de goooooooool de un centro de
Cendrós y un remate de Fofo que pegó primero en el pal.
Reaccionaron los
burgaleses y es nostros, a la contra,
dispusieron de las mejores ocasiones, especialmente las puestas por Marco
Asensio que, primero Fofo y después Joao, se encargaron de desperdiciar.
También nos dieron algún susto los mirandeses pero eran nuestros buenos 45
minutos y La Perla buscó hueco, estilo Messi pero sin escorarse tanto, y ajustó
el balón a la base del poste para poner el 2 a 0.
Finaaaaaaaaal del
partido, paz y amor, ya nadie se acordaba de la calamitosa primera mitad, los
jugadores contentos, el nuevo presi y su vice exultantes, nosotros satisfechos
por los tres puntos y porque podíamos volver a casa a dejar de pasar frío.
Llama la atención:
La constante lucha
¡y a qué intensidad! de Pau Cendrós, quien me recuerda a Marcelo por jugar más
de extremo que de lateral y por su movilidad, a veces se le ve hasta de
¡delantero centro!; a fuer de ser sinceros, está supliendo sus carencias con garra
y ganas.
El claro recadito
de Karpin a la propiedad: ¡necesito un nueve!.
El rincón político:
Como cada vez me
parece que hay más errados, transcribo parcial pero literalmente dos textos:
Ciudadanos-Partido
de la Ciudadanía es el fruto maduro de una reacción ciudadana que se debió
fundamentalmente a tres razones: …tercera, por el vacío de representación que
existía en el espacio electoral de centro-izquierda no nacionalista.
El ideario básico
de Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía se nutre del liberalismo progresista y
del socialismo democrático.
Mes clar aigo.
Se ha iniciado una
nueva era, olvidemos los tópicos y ganemos al Valladolid, un buen equipo que
parece no pasar por su mejor momento mientras que nosotros, a trancas y a
barrancas, sin ese tan necesario creador, vamos recuperando posiciones y, quién
sabe, acercándonos a la promoción. Vamos aporellosoee
en lo que será un domingo de fútbol y paella.
Por cierto, el
titular venía a cuento porque, después de mucho tiempo, no se oyeron cánticos
contra la directiva, presi y vice bajaron al vestuario, etc., etc.
Enrique
Enhorabuena empezamos a coger buena marcha.
ResponderEliminarSaludos