Vaya casi por delante que no pude ver el partido en óptimas condiciones, pongo por ejemplo que el comienzo lo seguí por el móvil, sentado en las escaleras de entrada de Primark Madrid, cual vagabundo.
Tuve la suerte de no ver ninguno de los goles que nos endiñaron, sufrí la segunda mitad y respiré al ver cómo recuperábamos un punto que quizás valga su peso en oro pero que no debe evitar que veamos el bosque.
Y el bosque está lleno de entrenadores infinitamente mejores que el desconocido Vázquez que me tiene totalmente desconcertado, sinceramente y nunca mejor dicho, no sé a qué juega. Me repito, lo sé, pero echo mucho de menos al Chapi, no es que fuese para tirar cohetes pero ofrecía fútbol.
Quizás algún día cambie nuestra suerte aunque ahora que lo escribo, en parte ya ha cambiado, porque en esta ocasión el árbitrucho (magnífica persona donde las haya) bien que se ganó una ensaimada, unos butifarrons, sobrasada, longaniza, camaiot, robiols, panades y todo tipo de regalos de toda índole.
En esta ocasión me despido sin más porque no estoy en disposición de analizar el encuentro como es debido y, a cambio, os libro de mis dos clásicas secciones.
Lo siento Rober pero en Huesca ganamos... aporellosoee y feliz semana.
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