Hoy no nos hemos llevado los 3 puntos, pero sí que podemos decir que
hemos certificado varios aspectos de nuestro Mallorqueta. Unos más puramente
futbolísticos, otros más extradeportivos, pero certificados han quedado todos.
Sabemos a qué jugamos
Está certificado que el Mallorca tiene un sistema, y los
jugadores saben cómo jugarlo. A unos les gustará más, a otros menos, pero el
sistema existe y su implantación sobre el terreno de juego es indiscutible.
Sobre todo, es indiscutible porque Vázquez se ha visto obligado, por unos
motivos u otros, a modificar y mucho las alineaciones, y aun así, todos los que
han saltado al campo han dado muestras de tener claro su cometido y su rol
dentro de los once que están sobre el terreno.
Hoy se ha hecho un partido serio en defensa, con quizás el mejor Oriol
de la temporada. El centro del campo ha sido muy superior al del Osasuna en la
primera parte, si bien en la segunda nos han pillado el tranquillo y se nos
acabó lo que se daba. Y delante se han asociado muy bien los 4 atacantes, tanto
por banda como tirando diagonales. Sólo la estrategia sigue siendo un punto
enormemente flaco, aun cuando parecía que con Colunga habíamos encontrado a
alguien que sabía poner los balones mejor. Hoy no ha sido su día en ese
aspecto.
Tenemos a jugadores en baja
forma física
Se ha vuelto a certificar que Salomao y Lago
Junior están bajos de forma. Juegan en posiciones de mucho desgaste, y sería
lógico que fuesen sustituidos antes de finalizar los partidos en varias
ocasiones, pero es que el caso de estos dos jugadores denota una falta de
preparación anormal para jugadores de un equipo de la Liga Adelante. Tanto si
juega de salida uno como si lo hace el otro, el suyo es siempre un cambio obligado,
sin poder tener en cuenta las circunstancias del partido, lo que nos perjudica
bastante en partidos como hoy, en los que podríamos buscar jugar con más gente
atacante pero no nos lo podemos permitir.
El centro de creación es nuestra
mayor carencia
Lo sabemos todos, no estamos descubriendo nada nuevo aquí, pero en
partidos como hoy, en los que en realidad nadie ha hecho un mal partido y cada
uno de ellos ha cumplido con su papel de forma más que correcta, se ha certificado
que nos falta de ese jugador que oxigene, que sepa dar velocidad o pausa y que
sepa dar un pase en diagonal a delanteros potentes como los que ahora sí
tenemos. Y no estamos soñando con un ibagaza. El "Caño" vino a un
Mallorca de primera división y que iba a jugar competición europea ese año, y
hay que entender que ese mismo jugador no hubiese recalado en el Mallorca si se
hubiese estado en la situación que se está hoy. Pero sí que hay opciones de
encontrar a algo mejor, y posiblemente, tras los acertados fichajes de este invierno,
habrá presupuesto para fichar a más de uno en esa posición en verano.
Salomao marca el estado del
resto del equipo
Si bien nos gusta la calidad técnica que tiene Salomao, no tenemos muy
claro el por qué, pero hoy se ha vuelto a certificar que mientras
Salomao está bien físicamente, el Mallorca rinde bien. Pero en cuanto su físico
le abandona, también el rendimiento del Mallorca se resiente. Es igual si el
compañero que sale es incluso mejor que él. Coincidencias, misterios de la vida
o manías nuestras, no lo sé, pero parece ya algo más que pura casualidad.
Los árbitros no nos quieren
Este es la certificación más grande que nos llevamos hoy: no hay buena
relación con los árbitros. Hoy se nos ha vuelto a perjudicar. Ha sido así con un
penalti más que riguroso para Osasuna, con un penalti sobre Aveldaño que es
imposible que ni árbitro ni juez de línea viesen y con una no-expulsión a Tano
por segunda amarilla tras una obstrucción de manual que todo el mundo ha visto.
Pero no nos podemos quedar sólo en esto. Tras el escandaloso arbitraje de
Zaragoza, hoy también nos ha tocado sufrir gran cantidad de pequeños detalles
que siempre han jugado en contra. Y cuando todas las pequeñas faltas que te
hacen no son falta, cuando todos los contactos con tu rival son falta tuya, y
cuando cualquier duda en un saque de banda acaba beneficiando al oponente, esto
desquicia. Y el jugador desquiciado pierde los papeles y comete faltas y
errores flagrantes, de los que sólo se culpabiliza al propio jugador porque, en
realidad, él ha sido el que ha hecho esa falta a destiempo o ha cometido ese
error. Pero la raíz del problema viene en el arbitraje son sesgo.
No sabemos qué estrategia debería adoptar el club. Por ahora, ésta es
la de callar y hablar poco de los árbitros, pero posiblemente, con lo que nos
estamos jugando, va siendo hora de dar un puñetazo sobre la mesa y dejar claro
a todos los implicados quién es el Real Mallorca.
Sufriremos
Esto está certificadísimo. El destino no nos va a dar margen de
relajación. Estaremos sufriendo hasta el último partido, y cuando por una parte
las cosas empiecen a funcionar, vendrán otros a fastidiarnos. Nos veremos a
nosotros mismos cual concursante de Gran Hermano, preguntándonos quién nos pone
la pierna encima para que no levantemos cabeza. Y terminaremos la temporada con
esa misma cabeza bien alta, contentos sólo por la permanencia, sí, pero ahora
con un verdadero proyecto y con gente que tiene ganas de trabajar para el club.
Cap amunt!!!
PD: Me ha encantado escuchar
a la banda en nuestra grada. No debería haber ningún equipo que se precie sin
su banda de viento y percusión
Excelente Guillem
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo con lo expuesto en la crónica. Muchos periodistos podrían aprender.
ResponderEliminar