No íbamos a ganar o empatar todos los partidos y éste era especialmente complicado pues no hay que olvidar que se trataba de un encuentro de Champions (el Sevilla que la juega y nosotros que estábamos en puestos para disputar la próxima edición).
Lleno a rebosar en nuestro Luis Sitjar particular y sorpresa generalizada al conocer la alineación inicial; comentarios y matizaciones para todos los gustos pero unanimidad en la extrañeza, por lo que me atrevo a resumir que por una vez que parece que desde el comienzo tenemos un esquema claro con los jugadores bien definidos, aparentemente no ponemos a nadie para hacer circular el balón y dejamos en la reserva a algún importante peón a la hora de defender.
A pesar de todo, los primeros 10 minutos del encuentro fueron más bermellones que sevillanos hasta que un autentico gol faba, en el que nos ganan de cabeza por partida doble, supone el primer gol nervionense… se hace el silencio en el salón, se dejan de comentar las jugadas, desaparecen las discusiones, la ilusión se ha venido abajo y lo peor es que no sabemos reaccionar hasta que en las postrimerías de este primer periodo volvemos a empujar un poco más.
Mientras tanto nuestros enemigos habían puesto la guinda y sólo 9 minutos después del primero, nos endosaron el segundo, otra vez de cabeza y esta vez merced a no haber defendido (Varela) al autor del tanto, como éste que suscribe había señalado al comienzo de la jugada en cuestión. En definitiva, no llevábamos ni media hora y ya nos habían dado una auténtica lección de eficacia y arte con la cabeza.
La segunda parte sobró, nada hizo el Sevilla, que sólo dispuso de alguna discreta ocasión y menos los nuestros, con un Borja Valero desconocido y en la que sólo en los últimos 15 minutos (coincidiendo con la entrada de Keita) hicimos méritos para haber logrado por lo menos un golito.
En resumen, triste derrota, pero dentro de la lógica, en la que dos errores defensivos de bulto nos hundieron y, lo que es peor, en la que dimos una imagen demasiado vulgar.
Llama la atención:
- La exquisita puntualidad de un no del todo recuperado y poco hambriento metge.
- Que se haya confirmado que Manzano lee este blog porque mira que rápidamente se ha encargado de dejarme mal haciendo jugar de nuevo a Varela.
- Que jugase desde el comienzo Webó, en permanente situación de traspaso y con el que el mister no venía contando.
- La confirmación de la llegada de dos nuevos fans a este blog: un chicharrero y el manitas number “uan” de Mallorca y parte del extranjero.
- La lección que nos dio Corrales, en el minuto 34, de cómo no se debe defender un balón… patético.
- Que mi protegido Germán Poroto Lux saliese de paseo y a destiempo, arriesgándose a una roja que podría habernos hecho jugar toda la segunda parte con uno menos y sin portero… por lo demás, querido Germán… molt bé.
- La carencia de palabras para expresar la oportunidad fallida de Alhassane Keita (el nuevo Eto’o) en el minuto 81. Lo resumió, al finalizar el encuentro, uno de nuestros seguidores: beneit.
- Muy mal: Corrales y Varela. El mejor, posiblemente Nunes. Bien, excepto en el primer gol, Bruno China. Desaparecido, Castro.
El rincón político:
Yo a este hombre lo veo tan feliz y tan contento de haberse conocido que hoy no me voy a meter con él; sólo me gustaría que alguien me confirmarse si es cierto que en la recepción que le dio a los euro campeones de baloncesto, por lo bajini se oyera “que no suba los impuestos”, “que no suba los impuestos”.
Por otra parte, me tiene preocupado lo de las avingudas: si de cuatro carriles uno se lo han quedado las bicis, el otro el bus y ahora dicen que un tercero será para el tranvía, ¡¡¡¿¿¿un solo carril para los coches???!!!. Nótese que Ayuntamiento que cogen los socialistas, Ayuntamiento que se ve sumido en un caos circulatorio (esto es demostrable).
Y volviendo al fútbol, que nadie piense que este lapsus nos hace decaer, el domingo, a las 17:00, en Son Moix, esperaremos al “Fachadoliz”, al que nos hemos de merendar al grito unánime de aporellosoee.
Hasta entonces.
Enrique
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