Por Enrique Mas Cassel.-
Allende nuestras fronteras tampoco había mucho motivo para escribir... victoria tras victoria, ya de forma casi aburrida, monótona y cansina, el equipo de nuestros amores se impone a cual rival se le plante enfrente, ya sea at home como en esos campos de Dios.
Pero tras vencer frente al filial del submarino amarillo, otrora odiado y hoy no querido ni admirado, aunque sí un poco envidiado, es buena hora de escribir tres líneas para decir un par de cosas y sacar otro par de conclusiones, por otra parte no del todo novedosas:
- Acabamos de ganar a un rival que fue, menos en el marcador (¡poca broma!), superior a nosotros.
- Existe un claro peligro de que caigamos en una tediosa rutina que nos lleve a perder el ritmo de competición y que lo paguemos a la hora de la verdad (vease lo que le suele pasar al Bayern en la Liga de Champiñones).
Y como ya venía diciendo:
- Asso, asso, asso, tenim un porterasso.
- Definitivo Lago Junior, golarros incluidos.
- Bonilla en franco retroceso.
- Nuestro principal talón de Aquiles es el centro del campo que, insisto, no destaca ni creando, ni conteniendo, ni destruyendo... y o alguno de los que no suele ser titular tiene que convencer al míster para que éste le dé un vuelco a la situación o habrá que fichar en el mercado de invierno.
El sábado cap a Formentera... ¿habría que echarles una manita que no fuese al cuello?.
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