Por Enrique Mas Cassel.-
Don Vicente como si nada, fiel a su estilo y convicciones, hizo saltar al once titular que con estos mimbres tiene. El pobre Joan Sastre (¡qué desastre!) por la izquierda, Take Kubo Poal ya intocable (el mapa termodinámico de su devenir por el campo fue propio de un lateral) y ¡a jugar!.
Justo tras una primera "ocasión" perdida, en el minuto 7 llegó el primero de la manita, tras no estar muy atentos defensivamente y teniendo que sufrir que Griezmann decidiese demostrar lo que sabe hacer.... 10 minutos después caía el segundo, obra de dios; eramos un pelele en manos de la magia, se veía venir una debacle pero cosas del fútbol y no sin una pequeña dosis de suerte en el remate y una gran cantidad de ella en nuestra portería, nuestro killer Budimir lograba acercarnos ¿y meter el miedo a los culés?... nooooooo, dios tardó 6 minutos en poner de nuevo goles de por medio y en el 43 (dos minutos después) tuvimos la suerte de ver uno de los mejores goles de la historia del fútbol, obra de Luis dientes Suárez con la colaboración de gran parte del equipo... y de dios, por supuesto.
4-1 al descanso y a rezar.
La segunda mitad fue otra cosa, el Barça aflojó y es nostros pudieron hacer alguna cosita hasta que en el minuto 64, de nuevo Ante the killer Bu-di-miiiiiiiir, volvió a perforar la meta catalufa... algunos soñábamos con un tercer gol y el consiguiente canguelo local pero no fue así, dios quería el hattrick y lo logró en el 83'.
Esperanzador debut del Cucho Hernández y como pudo ser mucho peor... nos fuimos a dormir sin pesadillas. Preocupantes los constantes errores de Salva Sevilla y lo grande que le viene la categoría a Joan Sastre, máxime si tiene que jugar por la izquierda.
Olvidemos este día y pensemos ya en nuestra visita a Vigo, de plena moda por su decoración luminosa navideña, será el domingo a partir de las 14:00 ¡vaya horas!... feliz semana.
Como uno de los tornados más fuertes de la historia, Messi puede sobresalir incluso si todavía está en su lugar, y su estilo simple pero no elegante ha hecho que muchas defensas de clase mundial se enfrenten a él.
ResponderEliminarEl cuerpo corto y diestro hace que la mayoría de los defensores centrales altos se sientan perdidos, y su desplazamiento difícil de tocar hace que el defensor no pueda acercarse como si estuviera entrando en un estado deshabitado. En general, se considera como un uno contra uno "absolutamente" imparable -uno. En el juego, a menudo hay imágenes de personas consecutivas.