Aunque el que suscribe ya se da por descendido desde el 2 a 6 de infausto y sonrojante recuerdo, no hay que hacerle ascos al repetido refrán de que la esperanza es lo último que se pierde, por ello he esperado a conocer el resultado del Cádiz de hace unos instantes para escribir esta crónica.
Por Enrique Mas Cassel.-
Y el Cádiz ha perdido, lo que ya que no ganamos ayer, nos sigue haciendo depender de terceros pero no estamos matemáticamente sentenciados y eso, con las vueltas que da la vida, es toda una esperanza.
El partido de ayer fue planteado, como era de esperar, modo amarrategui, a conseguir el punto que nos mantuviese vivos y si además sonaba la flauta, pues eso, que hasta podíamos volver a depender de nosotros.
Sólo pude ver la segunda mitad que resumo en un inquietante comienzo en el que no éramos capaces de hilvanar jugada alguna para, poco a poco, ir asentándonos. El Sevilla tuvo varias buenas ocasiones pero ayer no le tocaba entrar a la pelotita, ya fuese por falta de acierto o porque Manolo Reina Selección se interpusiese a las pérfidas intenciones nervionenses.
Cierto es que también tuvimos nuestras modestas oportunidades que nos hicieron albergar alguna esperanza de que eso, de que sonase la flauta y nos volviésemos de Sevilla con un triunfo.
Por cierto, el señor árbitro un pistolas, sacaba las tarjetas con una inusitada facilidad disparando a diestro y siniestro.
Resumiendo, parco planteamiento, serio encuentro, un punto que puede valer su peso en oro y la ilusión de que esto no esté visto para sentencia. Ahora a esperar a que el Madrid se deshaga hoy
del Levante y después del Cádiz aunque poco me fío de ese sobrevalorado equipo.
Fíate, que ayer lo aplastó al Levante y va a aplastar al Cadiz.
ResponderEliminarLo que debéis hacer vosotros es alguna vez...
no estaría mal....
ganar un puto partido.
jajajaja
Abrazotes